lunes, 18 de agosto de 2008

Los Records Mundiales y la Evolución del Ser Humano

Leí hoy que en la disciplina de la natación, en éstos Juegos Olímpicos de Pekín, se rompieron 25 Records mundiales en las diferentes especialidades. Quien más records mundiales rompió fue Michael Phelps, quien rompió en 7 de las 8 especialidades en las que participó. La 8ª no pudo con el record mundial, únicamente el record olímpico.

El fin de semana también se rompió el record mundial de la competencia de 100 m planos en atletismo. Definitivamente una de las pruebas más representativas del deporte olímpico, ahora con el jamaiquino Usain Bolt como principal protagonista.

Estas noticias son las que de nuevo me llevan a pensar en las razones de estos rompimientos. Es un hecho que el hombre evoluciona, y no creo que haya nadie que piense lo contrario. También es un hecho que mejoran las tecnologías que permiten desarrollar de una mejor manera los deportes, desde los implementos deportivos, los zapatos, los trajes, los sistemas de medición de tiempos, y ahora en Pekín hasta el agua, pues escuché que por la densidad de la misma era una piscina rápida.

Independientemente de todos los factores anteriores, yo sigo pensando que estas marcas se seguirán rompiendo indefinidamente. Pienso que a medida de que el ser humano se va especializando en una disciplina, la comienza a practicar cada vez más joven, ejercita los músculos necesarios para el desarrollo de la misma, tiene una mejor alimentación y su situación social mejora (alimentación, vivienda, cultura, etc), cada vez irá mejorando esas marcar.

Hasta donde es la pregunta del millón. Cada vez se irá contabilizando de una mejor manera, incluso llegando a considerar hasta las milésimas de segundo, en el caso de atletismo, natación y otros deportes.

En fin, es un tema que se presta para mucho debate, y que a mí en lo particular me sigue pareciendo interesante.

Alvaro Vargas Llosa, La Mestiza de Pizarro

Un libro muy bueno de éste muy buen escritor. Es una novela histórica, si cabe esa definición. Un libro muy ilustrativo, en el cual se pueden apreciar muchos acontecimientos históricos, en el cual se puede aprender la historia de la colonia de Perú.

El libro lo pone a uno en el contexto de la conquista española de toda América, lo que lo hace muy interesante. Al leerlo me imaginaba que lo mismo estaría pasando en Guatemala por la misma época en que está contextualizado éste libro. Incluso menciona al inicio a Pedro de Alvarado, conquistador de Guatemala.

Hay varias cosas que me parecen interesantes. En primer lugar el hecho, que sigue incluso a nuestros días, de tener un rey. Es decir, en mi mente, con todo y que dicen que somos países tercermundistas, yo no concibo como pueden los europeos mantener esas monarquías. Sin duda es un paradigma que no han logrado romper a lo largo de varios cientos de años que han vivido bajo ese sistema.

Otro aspecto muy importante, es la cuestión de los incentivos. Hace unos días estaba hablando con unos amigos, sobre lo que motiva principalmente al hombre (ahora si hombre, no mujer). Uno defendía que es el dinero, aunque otros decíamos que es el poder, lo cual yo sigo sosteniendo. En éste libro están los 2 casos. En la mayoría de los personajes está reflejada la ambición de poder, obviamente las riquezas y posesiones materiales también importan, pero no es lo más importante.

Sin embargo está también el caso de Hernando Pizarro, quien es motivado por el dinero. Incluso está preso, y así pasa muchos años, y eso no evita que su principal preocupación sean sus posesiones materiales.

Muy ilustrativo, agradable de leer y muy entretenido.

Esther de Boer, María Magdalena, más Allá del Mito

Con todo el alboroto que generó el “Código Da Vinci”, de Dan Brown, me llamó la atención aprender un poco más del tema de María Magdalena. Aparte de leer a Dan Brown, tuve la oportunidad de leer un libro de Amy Welborn, que se llama Decodificando a Da Vinci, en la cual da una serie de explicaciones por las cuales ella considera que no podría ser cierto.

Lo cierto del caso es que yo también soy católico, y me interesó leer ambos libros para poder defender con argumentos mi fe. Ciertamente soy un respetuoso de las creencias de cada quien, así que lo mismo es lo que espero a cambio en cualquier situación.

Regresando al tema de María Magdalena, decidí leerlo para terminar de aclarar ciertas dudas. Este libro me confirmó lo que yo creía, y esto es que la María Magdalena que era seguidora de Jesús, no es la misma mujer que muestran los Evangelios como prostituta, ni tampoco otras mujeres con las que se a asociado a María Magdalena.

El libro se vuelve demasiado confuso por partes, sobre todo al final. La autora empieza a hablar de muchos textos antiguos, incluyendo el Evangelio de María Magdalena, donde me perdió un poco. A mi forma de verlo, la certeza y solidez que muestra en la primera mitad del libro, la va perdiendo conforme avanzan las páginas.

Al final da la impresión de que busca algo que la Iglesia Católica a rechazado desde sus inicios, y es el hecho de que una mujer pueda ser ordenada sacerdote. Un tema que sin duda ha generado mucha controversia, sobre todo en los últimos años, y que otras iglesias cristianas han ido “adaptando”, con tal de atraer y mantener a sus seguidores.

Steven Levitt y Stephen Dubner, Freakonomics

Leí éste libro y me pareció muy bueno. Luego de leerlo me enteré que tienen un blog, al cual ya me suscribí a través del Google Reader.

El economista es Steven Levitt, y francamente su trabajo lo hace pensar a uno. Tiende a darle el lado económico a acontecimientos que al parecer no lo tienen, y los resultados son sorprendentes, y tan claros que parece ilógico que alguien piense en contradecirlo.

Es, como dice en la portada del libro, políticamente incorrecto. Un ejemplo de esto es que plantea la relación entre la legalización del aborto en EEUU con la reducción de la violencia y actos criminales. No dice que esté a favor del aborto, simplemente hace el análisis, y cuando uno va leyendo le encuentra la lógica a la cuestión.

La conclusión que puedo sacar del libro, y que me gustó porque yo ya tenía algunas ideas no del todo aterrizadas al respecto, es que el ser humano actúa por incentivos. Quien no comprende esto tiende a decir cosas “los gobernantes no se preocupan por el pueblo”, “los empleados no ponen a la empresa sobre todas las cosas”, etc.

Los incentivos a veces suelen ser perversos, como lo muestra el caso de la evaluación que hacen en Chicago a los profesores de las escuelas. En ésta evaluación, los profesores son medidos por las calificaciones que los alumnas consiguen en unas pruebas a las que son sometidos. El premio a los mejores era un cheque de más de $20 mil. El resultado: Los profesores utilizaban cualquier estrategia que estuviera a su alcance con tal de que los alumnos sacaran buenas calificaciones.

Estas estrategias generalmente no correctas, y a veces incluso del todo descaradas, que iban desde “soplarle” las respuestas a los alumnos, pasando por escribirlas en el pizarrón, y llegando hasta corregir ellos mismos algunas respuestas al recibir el examen de los alumnos y antes de entregarlo a los encargados de los mismos.

Esto me recuerda a ciertos libertarios que están en la radio, cuando critican a la prensa por publicar noticias en la cual califican a los diputados por la cantidad de iniciativas de ley que han propuesto. Es un incentivo perverso, pues entonces el diputado con tal de obtener reconocimiento empieza a legislar cualquier tontera, y así aparecer entre los “mejores diputados”.

El libro abarca otros temas, como por ejemplo un análisis del bajo ingreso que tienen los narcotraficantes comunes y corrientes, comparado con las grandes sumas de dinero que manejan los jefes.

Otro tema es el que provoca el manejo de información privilegiada por los expertos en diferentes temas, por ejemplo los corredores de bienes raíces.

Sería muy difícil explicar de una manera detallada el libro en éstas cortas líneas, pero lo que si puedo decir es que es uno de esos libros 100% recomendables. Cualquiera que lo lea puede sacar muchas ideas y muchas inquietudes, que seguramente pueden cambiar su forma de analizar todas las situaciones que suceden a su alrededor.

David Hormachea, ¿Cómo ser Padres Buenos en un Mundo Malo?

Me pareció un libro interesante, que creo que puede ayudar a los padres a ser mejores. Una de las cosas que más me gustó es que dice el autor que la misión que Dios nos mandó no es que nuestros hijos sean buenos, sino que nosotros seamos padres buenos. Será decisión de nuestros hijos ser buenos o no, tomando como base el ejemplo y la formación que nosotros como padres les podemos dar.

Abarca la educación con valores, algo que está ausente hoy en día en muchos hogares. Da muchos consejos, aunque en algunas ocasiones estos consejos se van a los extremos. Por ejemplo dice que los hijos no deben salir antes de los 18 años si no es con sus padres o con algún otro padre responsable. En mi opinión esto es demasiado extremista. Yo pienso que siempre tiene que haber cierta confianza que permita que los hijos poco a poco vayan tomando sus propias decisiones.

Al final de cuentas, nadie puede enseñar lo que es ser padre, aunque al leer a personas que han escrito sobre el tema nos va abriendo la mente para prepararnos para ésta tarea que nos ha sido encomendada, y que no parece nada fácil.