jueves, 10 de abril de 2008

Empresarialidad en Guatemala

Tengo varios amigos, que desde hace varios años, quizá desde que estaban estudiando en la universidad, o al graduarse de su carrera universitaria, comenzaron a trabajar en empresas multinacionales.

El objeto de éste artículo no es ningún momento hablar mal de las compañías multinacionales en sí. Creo que poca gente discute hoy en día que lo que necesita cualquier país son inversiones de capital de éste tipo, que generen oportunidades de empleo, elevan el nivel de salarios, ayudan al desarrollo del área donde se instalan, etc. Tampoco es una generalización, pues yo se que no todos los que trabajan en multinacionales son así.

Lo que me ha parecido interesante, pero triste, es el efecto que muchas veces tienen esas empresas en gente muy bien preparada, incluso con maestrías. La mayoría de estas personas viven preocupadísimas de la situación económica del país, pierden el sueño, viven en estrés, sólo con el hecho de pensar que pueden llegar a perder el trabajo. Incluso muchos de ellos lo dicen abiertamente, que lo que quieren es un trabajo “estable” (como si tal cosa existiera hoy en día).

De nuevo, no es por criticar a las multinacionales. Con la gran oferta de trabajadores que hay hoy en día, cada día más jóvenes, mejor preparados, con más empuje, tontas serían las multinacionales si no hicieran periódicamente sus renovaciones de personal. Hoy en día, un diploma de MBA de hace 5 años vale casi menos que el título de profesional. Y no por maldad de nadie, simplemente por el mercado, cada día aparecen nuevas teorías, nuevos métodos, nuevas experiencias. Es difícil de explicar.En mi opinión, lo triste es la perspectiva que se nos viene como país. Es decir, los profesionales, incluso con postgrado, pensando en buscar “trabajos estables”, en lugar de estar pensando en crear su propio negocio, invertir, crear fuentes de trabajo, etc. Estamos en muchos casos dejando en manos de personas a veces sin preparación académica la responsabilidad de crear empresas. Y tampoco es por menoscabar a la gente que no ha tenido la oportunidad de prepararse académicamente, al contrario, es admirable muchas veces el empuje que los mueve a buscar cada día mejores oportunidades. Esto sin tomar en cuenta que el “ritmo de vida”, “el alto costo de la vida”, y quien sabe que otras excusas, no les permite ahorrar ni un centavo al mes. Es decir, que si tuvieran toda la buena intención de crear su empresa, tampoco tienen capital para hacerlo. Una buena explicación por la cual no quieren formar empresas, pero el ahorro es un tema para otro día.

En mi opinión personal, no es que a uno no le debiera importar mantener su trabajo. Si a uno le pagan un sueldo, debe que desquitarlo. Otra vez, lo triste es que a pesar de que debieran saber -y en muchos casos lo saben- que no van a ser eternos en sus puestos, ni en la organización, no ven en un futuro, ni cercano ni lejano, la oportunidad de crear su propia empresa, ni tienen un plan, o tan siquiera una idea de lo que quisieran hacer. Ese plan ausente, que también debiera de incluir un ahorro mensual a fin de contar cuando se llegue el momento, del capital requerido.

Es una gran oportunidad, que yo en lo personal no he buscado, y por lo tanto no he encontrado, trabajar para una compañía multinacional. Las experiencias, contactos y conocimientos adquiridos han de ser invaluables. Pero paralelamente debieran los empleados de contar con un plan de retiro voluntario, en el cual especifiquen en qué año van a iniciar su negocio, cuánto capital van a disponer, y una idea sobre a qué se van a dedicar.

He observado también que cuando uno les comenta de pequeños negocios, aunque sean de alto retorno, lo ven de menos. Quizá pierden la escala, o no han aprendido lo que realmente cuesta ganarse el dinero cuando se está en la calle. Ni modo, si se compara cualquier cosa con una multinacional, con la marca, la experiencia, el mercado, el producto o servicio, todo armado desde hace años, pues es difícil que algo les parezca bonito.

Quizá es otra razón por la cuál no tienen el sueño de crear nada. Es decir, si uno quiere empezar como trabajan las multinacionales, nunca va a empezar.

En parte creo que es labor de las universidades, pero incluso de los colegios, cambiar el enfoque. Quizá en lugar de decir estudie, prepárese, y luego consiga un buen trabajo “estable”, debiera ser estudie, prepárese, consiga un buen trabajo, sueñe, póngase como meta 5 o 10 años, capitalícese, y luego forme su empresa.

Bueno, seguro seguiré escribiendo de éste tema, que me parece muy interesante.

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